miércoles, 25 de enero de 2017

LA JUSTICIA TIENE UNA DEUDA CON LOS TRABAJADORES FERROVIARIOS

Eduardo Castro
La Justicia tiene una deuda con los trabajadores argentinos. Por muchos años los sindicatos funcionaron como ciudadelas, fortalezas inexpugnables donde se producen todo tipo de irregularidades, arreglos e incumplimiento de los estatutos para perpetuarse en el poder, atropello a los derechos de los afiliados y aguantadero de personajes siniestro que tuvieron su apogeo en plena dictadura militar, actuando como personal civil de inteligencia como es el caso de Gerardo Martinez de la (UOCRA) y el dirigente Ferroviario Julio Adolfo Sosa (La Fraternidad) que tuvieron protección e impunidad durante el Gobierno de CFK y en la actualidad del Ingeniero Mauricio Macri. Hoy en día cumplen la función de mantener controlada, coptada toda iniciativa democrática y gesto de oposición a la directiva nacional.
                                         Los Rostros de la impunidad
La complicidad en los negociados, compra de material obsoleto, vaciamiento de la empresa Ferrocarriles Argentinos, la falta de mantenimiento y su posterior desenlace en la tragedia de Once, donde no se tuvo en cuenta la pata sindical de los cuales el principal responsable fue el desaparecido Subsecretario de Transporte Ferroviario Guillermo Luna y el Presidente de la ADIFSE José Nicanor "Sopletero" Villafañe que tenían bajo su órbita toda la infraestructura y material ferroviario que se chatarreo y que el Mo-Na-Fe denunciara en su oportunidad en la Provincia de Entre Rios.

Como broche de oro fue el secuestro del tren el Gran Capitán, el domingo 13 de noviembre del 2011 que fuera un día atípico para los trabajadores de Trenes Especiales Argentinos (TEA) y para los representantes de los trabajadores de La Fraternidad, tal es el caso de Domingo y Sebastian Aba, el padre enseñándole como se trabaja al nene, al estilo del far west secuestrando una formación ferroviaria y mientras los trabajadores  esperaban comenzar su viaje de regreso a Buenos Aires (Federico Lacroze), los dos anteriormente mencionados, modificaron el recorrido del convoy que estaba preparado para trasladar más de 1000 pasajeros, estos individuos, luego de trasladar la formación por lugares inhóspitos, se detuvieron en el paraje Casa Pava, en la Provincia de Corrientes. Ante la sorpresa de los empleados de la empresa TEA que se vieron privados de su libertad durante horas; los mencionados personajes, descendieron de la formación, se subieron a una 4 x 4 y abandonaron a toda prisa el lugar, asegurándose previamente de inutilizar la locomotora y dejarla peligrosamente cruzada sobre una vía en la que transitan trenes cargueros, quedando la formación abandonada y sin posibilidad de desplazamiento alguno, y así conseguir que se le fuera sacado el permiso de concesión a la empresa que daba trabajo a más de 100 trabajadores, de entre ellos también maquinistas que estos personajes le debían preservar la fuente laboral y con esta acción lo único que consiguieron fue la quita de los servicios de pasajeros, favoreciendo a las empresas del transporte automotor.

Pero eso no fue todo, estos personajes a pesar de haber sido procesados y pagado una suculenta multa que por sus medios no podrían haber costeado, gozan de total impunidad y el respaldo de la cúpula de La Fraternidad y de su Secretario General Omar Aristide Maturano quien no hace mucho iso alarde de no tener mucha paciencia, pero sin embargo se la viene bancando bien estoicamente la supresión y quita de servicios, cierre de ramales encubiertos, sin haberse pronunciado en contra, provocando inseguridad laboral que necesita para mantener a la tropa y opositores históricos encuadrados.

Desde el Mo-Na-Fe reclamamos a los organismos judiciales y de DD.HH la investigación de los Sindicatos y en especial La Fraternidad por el caso Julio Adolfo Sosa por haber sido personal civil de inteligencia durante la última dictadura militar y tener en nuestro rubro casi 100 desaparecidos, la complicidad en los negociados de la compra de material ferroviario obsoleto a Portugal, España y el chatarreo, vaciamiento de la empresa Ferrocarriles Argentinos y las aperturas de cuentas en el exterior por directivo de La Fraternidad durante el gobierno kirchnerista y que fuese cerrada en el tiempo en que los directivos y socios de La Fraternidad fueran sacados de lugares estratégicos en las empresas Ferroviarias por el entonces Ministro de Transporte Florencio Randazzo.

No podemos más que sospechar que todo esto fue una maquinaria de corrupción bien aceitada y entrega del patrimonio nacional, que se podría caratular como asociación ilícita para estafar al Estado Nacional, gozando de la impunidad que representan los fueros.


Prensa: Movimiento Nacional Ferroviario