Moyano y
sindicalistas oficialistas acuerdan cumbre
Será el 1 de Agosto en la CGT y responde al pedido del papa Francisco de unificar la central obrera. El camionero sumó al opositor Gerónimo Venegas pero también a los hasta ahora oficialistas Omar Maturano de maquinistas y Roberto Fernández de Colectiveros. El problema que puede tener Cristina después de octubre.
Hugo Moyano reunirá el 1 de agosto a
tres de los líderes más grandes del sindicalismo e iniciará un camino hacia la
unidad de la CGT, que fue pedido por el papa Francisco y podría complicar a
sobremanera la última parte del gobierno de Cristina Kirchner.
El camionero consiguió reunir a Omar
Maturano, de La Fraternidad; Juan Carlos “Gallego” Fernández, de la UTA; y
Gerónimo “Momo” Venegas, de UATRE.
Los primeros dos fueron aliados del
Gobierno desde 2003 pero este año protagonizaron duros conflictos gremiales. La
UTA paró el transporte de larga distancia y los maquinistas detuvieron los
trenes en junio porque no habían cobrado el aguinaldo.
Según fuentes cercanas a los
sindicatos, los dirigentes gremiales planean inaugurar una “nueva etapa de
diálogo por fuera de las instituciones formales” y aprovecharán para discutir
temas de coyuntura como la suba del mínimo no imponible del impuesto a la
Ganancias, la pérdida del poder adquisitivo por la inflación y los fondos de
las obras sociales.
Pero en los hechos será una muestra
de poder sindical para que Cristina Kirchner sepa que en sus últimos años de
mandato encontrará a un sindicalismo que ya no se fragmentará por ella.
Son muchos los analistas que dicen
que este será el gran problema de la presidente después de octubre, incluso más
que la economía.
Es que con un gobierno más débil, los
gremios podrán unirse para tirar propuestas que Cristina deberá escuchar. Sobre
todo porque este cierre de listas tuvo muchos sindicalistas en las listas del
propio Gobierno, el massismo y sobre todo de De Narváez, aliado de Moyano.
“Tenemos diputados nacionales,
provinciales y como 50 concejales”, festejan los moyanistas, mientras hacen
campaña con el empresario.
Los camioneros imaginan bloques
comunes en Legislaturas y el Congreso, mancando la parada contra el Gobierno.
La unidad sindical fue también un
deseo que expresó Jorge Bergoglio a través de sus operadores y lo cristalizó
fotografiándose con cuanto sindicalista se acercara al vaticano.
Y envió a Jorge Lozano, titular de la
Pastoral Social, a reunirse con la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, con
quien lo une una vieja amistad.
Barrionuevo no está invitado pero es
fiel promotor de la unidad sindical. “Siempre estuvimos a favor de la unidad.
Pero tiene que ser desde el sindicalismo contra el capital. No según la
relación que tengamos con el Gobierno”, explicó a LPO Carlos Acuña, diputado y
líder de los gremios de estación de servicio.
Temor por la ley sindical
Otro eje de la reunión será la
preocupación de los sindicalistas por las nuevas versiones sobre posibles
cambios en la ley sindical.
Tras la acumulación de fallos de la
Corte Suprema a favor de la libertad sindical y la declaración de
inconstitucionalidad en último junio del artículo 31inciso a de la ley
“sindical” 23551 (que afirmaba que sólo los gremios con personería jurídica
pueden representar derechos colectivos), la hegemonía de la CGT como
confederación gremial se muestra más en peligro que nunca.
Una reunión entre los líderes
sindicales significaría una demostración de fuerza de la CGT ante un gobierno
en el que conviven las posturas de mantener el modelo de unicato sindical y la
de buscar una mayor libertad a través de un modelo similar al que planteaba la
ley Mucci, propuesta durante el mandato de Raúl Alfonsín.
Fuente: La política online
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