Tristes coincidencias para los trabajadores que militamos a favor de la libertad y la democracia sindical

“A principios de 2010 Hugo Yasky, que poco después sería el candidato kichnerista a la jefatura de la CTA, dijo en un reportaje que, en un encuentro con la presidenta doctora Fernández, ella les dijo “vamos a hablar claro, ninguno de nosotros vive como nuestros representados”. Y que fue un momento tenso porque ellos le contestaron que los dirigentes CTA sí vivían como sus representados. Entonces Yasky comentaba  que “un cambio político no se logra simplemente con documentos, con liturgia, con discursos: hay que empezar a construir desde la forma en que uno vive. Lo de Kichner demuestra por qué muchas veces existe inconsistencia entre lo que se dice y lo que se hace”. Después la suya propia lo llevó a ser el candidato de los doctores, pero ésa es otra historia. Un filósofo francés contemporáneo escribió que “cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive”-y quizá tuviera razón.” 

Argentinismos – Martín Caparrós

El sólo deseo de compartir este fragmento justifica escribir esta nota. No sé si por suerte o por desgracia todavía hay hechos que me sorprenden enormemente, pero el azar hizo que mi encuentro con este texto se produjera el sábado 1 de octubre, al día siguiente de dos hechos que separados ya son lo suficientemente desalentadores pero que además, increíblemente -o no- sucedieron en el mismo día.

  

 El primer hecho es la detención de Rubén “Pollo” Sobrero y Leonardo Portorreal, ambos trabajadores ferroviarios. El Pollo Sobrero es delegado de la Unión ferroviaria y su actividad como delegado consiste en poner el sindicato al servicio de los trabajadores y el ferrocarril al servicio del pueblo. Su plan es reestatizar todo el sistema ferroviario bajo control de trabajadores y usuarios, para que brinde un transporte digno y vuelva a unir al país.

 Esta detención más que una contradicción es una injusticia, es de esas medidas en las que el poder avanza para disciplinar (nos). Contrasta absolutamente con la absolución a Menen producida pocos días antes, la decisión del Tribunal Oral en lo Penal Económico Nro.3 absolvió al ex presidente Carlos Saúl Menen y a 18 imputados más por contrabando de armas.

Esta causa tiene gravísimas derivaciones como los  muertos por la explosión en los Arsenales de Río Tercero el 3 de noviembre de 1996, o los que se produjeron por la caída del helicóptero en el campo de Polo el 8 de octubre de 1996, sobre las cuales no hay responsables.Y que este contraste no produzca reacciones más notorias en la sociedad también es un indicador importante del estado de ánimo de la población, quizás seamos muchos los que nos sintamos indignados frente a este resultado del sistema judicial, pero quizás, al igual que en el 95, nos sintamos aislados y por lo tanto, sólos e impotentes.

El otro hecho que se produjo coincidentemente con la detención de los compañeros ferroviarios es el acto en el que Hugo Yasky realiza un apoyo explícito y orgánico a la reelección de Cristina Kichner, implicando a la CTA y por lo tanto a todos los trabajadores y trabajadoras que formamos parte de ella. Defendemos el derecho democrático de apoyar partidos y hasta incluso al gobierno en forma personal, no estamos de acuerdo con mezclar a la CTA que debe ser, por la esencia de sus reclamos, independiente de los gobiernos y de los partidos políticos.

Se agrava el hecho porque la mayoría de los afiliados a la CTA votamos a Pablo Micheli y por lo tanto no reconocemos a Hugo Yasky como nuestro secretario general, sino como un triste interventor puesto por el Ministerio de Trabajo. Y nos duele el lugar que está ocupando.

La afinidad de Hugo Yasky con el gobierno actual nos viene perjudicando a los trabajadores y trabajadoras de la educación desde hace  muchos años, en cuestiones simples como no tener la totalidad de nuestro salario en blanco, algo que un gobierno con ocho años de crecimiento económico consecutivo debería haber solucionado. Pero hay cosas más graves, el paro del jueves pasado como respuesta al acto de violencia que recibió un compañero nuestro es una simple muestra de los problemas gravísimos que debemos enfrentar como sociedad en su conjunto, algo que tampoco se pudo mejorar en estos ocho años de gobierno y que demuestra una realidad muy lejana a la que deberíamos vivir. 

Lamentamos los dos hechos y lamentamos la triste coincidencia, seguiremos militando a favor de la democracia y la libertad sindical con más convicción en este panorama tan desfavorable sabiendo que esta situación se va a revertir con más unidad para defender los derechos de todos y todas.

Texto de la compañera: Laura García (CTA)

Fotos de ilustración