El titular de la Unión Ferroviaria
(UF), José Pedraza, el exjuez federal Octavio Aráoz de Lamadrid, el exagente de
la SIDE , Juan
José Riquelme, y otros dos acusados fueron procesados por tráfico de
influencias y presunto pago de coimas a jueces de la Cámara de Casación, para
que dejaran en libertad a la patota acusada de haber matado a Mariano Ferreyra.
Según informaron fuentes judiciales, la medida, que incluye
embargos por 200 mil pesos para Pedraza y Aráoz de Lamadrid, fue adoptada por
el juez de instrucción Luis Rodríguez, quien también procesó a Luis Ameghino
Escobar, exempleado de la
Cámara de Casación, y al contador del gremio ferroviario,
Angel Stafforini.
La causa se inició en enero de 2011, cuando la jueza de
instrucción Wilma López, a cargo del sumario por el homicidio de Ferreyra,
consideró que de las escuchas telefónicas obtenidas en esa pesquisa, podría
surgir que Araóz de Lamadrid ofrecería a camaristas de casación dinero aportado
por Pedraza --a través de Stafforini-- para lograr su excarcelación y la de
otros detenidos por el asesinato.
Escobar actuaría, como empleado de la Cámara Nacional de
Casación Penal, para que cuando al tribunal le tocara intervenir en el
expediente, resultara ser la
Sala III la que resolviera los recursos contra los
procesamientos y prisiones preventivas.
Un allanamiento en el estudio jurídico de Aráoz de Lamadrid
permitió el secuestro de 50 mil dólares, que el letrado justificó como
honorarios. El dinero estaba ordenado en cinco fajos de billetes, tal como
habían sido retirados por Stafforini de la sucursal Montserrat de un banco
privado.
Según consigna el fallo de Rodríguez, Pedraza tomó la
decisión de efectuar los pagos necesarios y también resolvió que el dinero
saliera de las arcas de la UF
y de la compañía Belgrano Cargas, donde Stafforini es vicepresidente.
Además, el juez Rodríguez indicó que Aráoz de Lamadrid, como
exempleado, y Riquelme, por sus actividades, mantenían relaciones personales
con el camarista de casación de la
Sala III , Eduardo Riggi.
El magistrado consideró que, desde un comienzo, los
procesados emprendieron "la materialización de las maniobras urdidas con
el consabido designio de lograr la intervención" por parte de Riggi y
luego, a través del conocimiento preexistente de Aráoz de Lamadrid con él,
"influenciar o tratar de influenciar sobre su espíritu para encarrilar el
asunto que harto comprometía a Pedraza".
Con respecto a quienes podrían haber sido receptores de los
sobornos --los camaristas Riggi, Mariano González Palazzo y el exmagistrado de
Casación, Gustavo Mitchell--, Rodríguez remarcó que en el sumario no existen
"elementos objetivos" que los vinculen con los hechos investigados.
Foto: Monafe
Texto: Pagina/12
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