La única salida
La masacre de Once provocó tal nivel de
repudio que puso en crisis al propio gobierno, donde hay sectores en su
interior que piden cambios y empiezan a proponer “salidas alternativas”. Pero
detrás de ellas se esconde el famoso “cambiar algo para que todo siga igual”.
Surgen rumores de una supuesta “intervención” a la empresa por parte del mismo
gobierno que vino siendo cómplice de todo esto, pero Cirigliano seguiría siendo
el dueño de la concesión y embolsándose las millonadas de subsidios y cobro de
boletos.
También es posible que al gobierno no le
quede otra que rescindir el contrato de TBA. Esto es lo que debe suceder, pero
de esa forma sólo llegaríamos a la mitad del camino. La pregunta que sigue es:
¿quién se hace cargo de la gestión?
Cuando en 2004 se le rescindió el
servicio a Taselli por las líneas Roca y San Martín, se entregó la
administración a una entidad creada a tal efecto, llamada Unidad de Gestión
Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE) integrada por los dueños privados
de Metrovías, Ferrovías y la propia TBA . Por lo tanto, entregarle TBA a la UGOFE , sería entrégasela al
mismo Cirigliano. Pero tampoco sería una salida que se invente un nuevo
engendro y se le otorgue la concesión a alguno de los otros operadores
privados: la realidad es que el servicio es paupérrimo y peligroso en todas las
líneas. Igual que los trenes operados por la SOFSE , que opera servicios de larga distancia
-como el tren a Mar del Plata- y está en manos de los burócratas socios de
Pedraza de la Unión
Ferrovaria y La Fraternidad.
El ferrocarril es un servicio público
esencial, no puede estar sometido a la lógica de la ganancia empresarial. Por
eso, como sucede con muchísimos de los servicios ferroviarios más prestigiosos
del mundo, debe ser estatal. La reestatización implica también que la
millonaria masa de recursos en subsidios que hoy se llevan los pulpos privados
como Cirigliano se vuelque efectivamente a garantizar la seguridad del
servicio, a mejorarlo, modernizarlo y extenderlo. Y en el caso de TBA, estamos
reclamando que la reestatización sea sin indemnización, a quien habría que
embargarles todos sus empresas y bienes para que paguen con su patrimonio el
enorme daño ocasionado en todos estos años.
Pero no queremos una “estatización” que
termine entregándole la gestión a algún burócrata oficialista que lo use para
su propio enriquecimiento o para financiar su agrupamiento interno. En
concreto, no queremos que el ferrocarril se transforme en una nueva Aerolíneas
Argentinas, con servicios deplorables mientras es utilizada como caja privada
de La Cámpora.
En el caso ferroviario, también tenemos
los ejemplos de las pésimas gestiones inmediatamente anteriores a la
privatización de 1994, que ayudaron al vaciamiento y dieron los argumentos
sobre la “ineficiencia estatal” que usó el menemismo para la privatización.
Afirmamos que un ferrocarril estatal y
eficiente, con profundo sentido social y al servicio del desarrollo del país,
sólo es posible si lo administramos los propios trabajadores con las
organizaciones de usuarios. Tenemos miles de obreros, técnicos, profesionales y
empleados altamente capacitados formados en décadas de historia ferroviaria. Muchos
de ellos son los que dan peleas al desastre de las privatizadas desde adentro
de las empresas. Otros fueron despedidos con las privatizaciones y habrá que
reincorporarlos. Sólo una gestión controlada por los propios trabajadores
tendría la capacidad de garantizar que una formación sólo sea puesta en
servicio si cumple todos los estándares de seguridad, reclamando que esa
atribución nos sea otorgada desde ahora, para decidir, en vez que seamos
sancionados.
En el caso de TBA-Sarmiento, todos sus
trabajadores, con nuestro cuerpo de delegados dimos sobradas muestras de tener
los conocimientos, responsabilidad, capacidad y decisión política para poder
llevar adelante la gestión, administración y control de los mismos.
Reestatización que tendría que darse para todo el sistema ferroviario.
La reestatización de TBA y de todos los
ferrocarriles bajo control de trabajadores y usuarios será el primer paso para
reconstruir un servicio del que los argentinos supimos estar orgullosos, para
hacer realidad el compromiso que asumimos, de pelear por “un ferrocarril al
servicio del pueblo”.
Por Fito Columbich
BAJO EL CONTROL DE $OBRERO Y CIA ????????????JAJAJA DESCARRILARON COMPAÑEROS LA VERDAD SE LES SALIO LA CADENA!!!!!!!!!!
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