Son
formaciones de los servicios que iban a Uruguay, Posadas Misiones y a Mar del
Plata, y el tranvía de Puerto Madero. La ciudad de Santa Fe reclama desde hace
dos años que le permitan utilizar el tren urbano, que compró con fondos
propios.
En un país que necesita imperiosamente contar
con más trenes y cuando una gran cantidad de localidades del interior padecen
la falta de transporte, hay cuatro servicios ferroviarios parados por pujas
políticas y económicas que podrían entrar en servicio en forma inmediata.
Los
coches motores del tren binacional a Uruguay varados en Pilar, estos vehículos pertenecen
a una firma privada, la formación del Gran Capitán con su formación secuestrada
en Apóstoles, llevada y abandonada por personal de la fraternidad en Caza Pava,
actualmente en Gdor. Virasoro y el Correntino en Federico Lacroze (Chacarita)
pertenecientes a la empresa TEA (Trenes Especiales Argentinos) que en una forma
arbitraria y unilateral, la Secretaria de Transporte le retiro la concesión, el
tranvía porteño inmovilizado en Puerto Madero y las formaciones TALGO guardadas
en depósitos bonaerenses constituyen una nueva muestra de la falta de sentido
común y de la desatención de los problemas que afectan a la gente, en todos los
casos las formaciones que están aptas para ser usadas no se encuentren rodando
por las vías por decisión del el Gobierno nacional.
La
inacción del Ministerio de Interior y Transporte que conduce Florencio Randazzo
ante estos casos no hace que más que reflejar la falta de planificación y de
una política integral para el sector ferroviario que ha registrado en los
últimos años la administración kirchnerista, cuya consecuencia más negativa y
relevante ha sido la tragedia de Once, que el 22 de febrero del año pasado dejó
52 muertos, 700 heridos y un testigo clave asesinado en circunstancias no muy
claras.
El Gran Capitán fue secuestrado: el 11de noviembre del 2011, cuatro
maquinistas de la Fraternidad toman medidas salvajes e ilegales; dos de ellos
autoridades del gremio La Fraternidad y dejaron abandonado con pasajeros y el
personal de tren abordo en Caza Pava Corrientes, así lograron su objetivo de
desplazar a TEA para favorecer a las empresas ALL y TBA, según la Secretaría de
Transporte de la Nación el Estado provincial de Corrientes "a través del
Decreto Nº 3010 del día 15 de diciembre de 2011 ha depuesto la concesión a la
Empresa TEA para prestar un servicio al público para el cuál no está autorizada
desde la ciudad de Posadas y hasta la ciudad de Buenos Aires-" porque
"incumple con el orden público en materia de seguridad ferroviaria
sometiendo a los ciudadanos a un riesgo permanente en su integridad física y en
su lugar TBA corrió un servicio en reemplazo de El Gran Capitán hasta el quite
de la concesión de esta ultima por la tragedia de once.
La
situación planteada con el tren binacional a Uruguay presenta varios
condimentos y contratiempos. A principios de 2011, Cometrans –la sociedad
controlante de la ex TBA del grupo Cirigliano– importó desde Holanda 10 duplas
usadas de coches motores Wadloper. Tras probarlos en las vías mesopotámicas,
TBA acordó con el Gobierno iniciar la corrida de un tren binacional a Uruguay y
el reemplazo del Gran Capitán que como servicio a la Provincia de Misiones fue
un fracaso por no contar con las mínimas condiciones de seguridad y servicios para cubrir grandes distancias.
El
servicio del tren binacional a Uruguay que fue inaugurado por la presidenta
Cristina Kirchner y su par uruguayo José Mujica– corrió desde setiembre de 2011
hasta mayo de 2012, cuando el Gobierno decidió quitarle la concesión a TBA.
Desde entonces, 4 de las 10 formaciones dobles que brindaban el servicio a
Uruguay duermen a la intemperie en la estación de Pilar, mientras que las
restantes se encuentran en los depósitos de la empresa Emfersa. Los
funcionarios de Transporte nunca se ocuparon de restablecer el servicio y ahora
Cometrans estaría a punto de venderles los trenes a los ferrocarriles de
Polonia.
En
el caso del tranvía porteño, la Nación literalmente lo abandonó con el
argumento de que debe pasar al gobierno porteño. Si bien dicho pase está
previsto en una ley aprobada en 2012, hasta ahora ni el gobierno de Mauricio
Macri, ni la Legislatura porteña han aceptado el traspaso.
Cuestionado
desde su habilitación por lo intrascendente de su recorrido (apenas 16 cuadras dentro
de Puero Madero) y la falta de conexión con otros medios, el tranvía dejó de
operar en octubre del año pasado. La formación –que estaba a cargo de una
sociedad integrada por Ferrovías, Metrovías y Alstom– quedó detenida a la
espera de que el Gobierno gire los fondos necesarios para adquirir repuestos y
cancelar la operación y los mantenimientos adeudados.
En
tanto, los trenes TALGO quedaron inmersos en las ciclotímicas relaciones que
mantienen la Nación y el gobierno de Daniel Scioli. Habían sido adquiridos en
2009 por el ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, para mejorar el
servicio a Mar del Plata, cuyas vías son de la provincia.
Tras
varios anuncios fallidos, los trenes comenzaron a brindar un servicio “premium”
antes de las elecciones de 2011. Pero, aduciendo que el mantenimiento resultaba
muy caro, en julio pasado, el ministro Randazzo decidió quitarle los trenes a
la provincia y, desde entonces, las cuatro formaciones que estaban en servicio
juntan polvo y suciedad en galpones de Escalada y Chascomús.
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