lunes, 18 de febrero de 2013

En medio de la crisis ferroviaria, hay trenes sin usar por pujas políticas


Son formaciones de los servicios que iban a Uruguay, Posadas Misiones y a Mar del Plata, y el tranvía de Puerto Madero. La ciudad de Santa Fe reclama desde hace dos años que le permitan utilizar el tren urbano, que compró con fondos propios.
 En un país que necesita imperiosamente contar con más trenes y cuando una gran cantidad de localidades del interior padecen la falta de transporte, hay cuatro servicios ferroviarios parados por pujas políticas y económicas que podrían entrar en servicio en forma inmediata.


Los coches motores del tren binacional a Uruguay varados en Pilar, estos vehículos pertenecen a una firma privada, la formación del Gran Capitán con su formación secuestrada en Apóstoles, llevada y abandonada por personal de la fraternidad en Caza Pava, actualmente en Gdor. Virasoro y el Correntino en Federico Lacroze (Chacarita) pertenecientes a la empresa TEA (Trenes Especiales Argentinos) que en una forma arbitraria y unilateral, la Secretaria de Transporte le retiro la concesión, el tranvía porteño inmovilizado en Puerto Madero y las formaciones TALGO guardadas en depósitos bonaerenses constituyen una nueva muestra de la falta de sentido común y de la desatención de los problemas que afectan a la gente, en todos los casos las formaciones que están aptas para ser usadas no se encuentren rodando por las vías por decisión del el Gobierno nacional.

La inacción del Ministerio de Interior y Transporte que conduce Florencio Randazzo ante estos casos no hace que más que reflejar la falta de planificación y de una política integral para el sector ferroviario que ha registrado en los últimos años la administración kirchnerista, cuya consecuencia más negativa y relevante ha sido la tragedia de Once, que el 22 de febrero del año pasado dejó 52 muertos, 700 heridos y un testigo clave asesinado en circunstancias no muy claras.

El Gran Capitán fue secuestrado: el 11de noviembre del 2011, cuatro maquinistas de la Fraternidad toman medidas salvajes e ilegales; dos de ellos autoridades del gremio La Fraternidad y dejaron abandonado con pasajeros y el personal de tren abordo en Caza Pava Corrientes, así lograron su objetivo de desplazar a TEA para favorecer a las empresas ALL y TBA, según la Secretaría de Transporte de la Nación el Estado provincial de Corrientes "a través del Decreto Nº 3010 del día 15 de diciembre de 2011 ha depuesto la concesión a la Empresa TEA para prestar un servicio al público para el cuál no está autorizada desde la ciudad de Posadas y hasta la ciudad de Buenos Aires-" porque "incumple con el orden público en materia de seguridad ferroviaria sometiendo a los ciudadanos a un riesgo permanente en su integridad física y en su lugar TBA corrió un servicio en reemplazo de El Gran Capitán hasta el quite de la concesión de esta ultima por la tragedia de once.

La situación planteada con el tren binacional a Uruguay presenta varios condimentos y contratiempos. A principios de 2011, Cometrans –la sociedad controlante de la ex TBA del grupo Cirigliano– importó desde Holanda 10 duplas usadas de coches motores Wadloper. Tras probarlos en las vías mesopotámicas, TBA acordó con el Gobierno iniciar la corrida de un tren binacional a Uruguay y el reemplazo del Gran Capitán que como servicio a la Provincia de Misiones fue un fracaso por no contar con las mínimas condiciones de seguridad y servicios para cubrir grandes distancias.

El servicio del tren binacional a Uruguay que fue inaugurado por la presidenta Cristina Kirchner y su par uruguayo José Mujica– corrió desde setiembre de 2011 hasta mayo de 2012, cuando el Gobierno decidió quitarle la concesión a TBA. Desde entonces, 4 de las 10 formaciones dobles que brindaban el servicio a Uruguay duermen a la intemperie en la estación de Pilar, mientras que las restantes se encuentran en los depósitos de la empresa Emfersa. Los funcionarios de Transporte nunca se ocuparon de restablecer el servicio y ahora Cometrans estaría a punto de venderles los trenes a los ferrocarriles de Polonia.

En el caso del tranvía porteño, la Nación literalmente lo abandonó con el argumento de que debe pasar al gobierno porteño. Si bien dicho pase está previsto en una ley aprobada en 2012, hasta ahora ni el gobierno de Mauricio Macri, ni la Legislatura porteña han aceptado el traspaso.

Cuestionado desde su habilitación por lo intrascendente de su recorrido (apenas 16 cuadras dentro de Puero Madero) y la falta de conexión con otros medios, el tranvía dejó de operar en octubre del año pasado. La formación –que estaba a cargo de una sociedad integrada por Ferrovías, Metrovías y Alstom– quedó detenida a la espera de que el Gobierno gire los fondos necesarios para adquirir repuestos y cancelar la operación y los mantenimientos adeudados.

En tanto, los trenes TALGO quedaron inmersos en las ciclotímicas relaciones que mantienen la Nación y el gobierno de Daniel Scioli. Habían sido adquiridos en 2009 por el ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, para mejorar el servicio a Mar del Plata, cuyas vías son de la provincia.

Tras varios anuncios fallidos, los trenes comenzaron a brindar un servicio “premium” antes de las elecciones de 2011. Pero, aduciendo que el mantenimiento resultaba muy caro, en julio pasado, el ministro Randazzo decidió quitarle los trenes a la provincia y, desde entonces, las cuatro formaciones que estaban en servicio juntan polvo y suciedad en galpones de Escalada y Chascomús.

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