MOVIMIENTO
NACIONAL FERROVIARIO LUCHE Y NO VUELVEN......
Los sindicatos ferroviarios “Son Cómplices y
responsables, del vaciamiento del sistema ferroviario en la década del
noventa”, sostuvo el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo en
una entrevista publicada en Página/12 (13/01/13). Y nosotros le agregamos,
hipócritas y comerciantes.
“Esa calificación que proviene de un tecnócrata y
funcionario de Menem, Rukauft, Duhalde y Sola - nada menos - requiere algunas
consideraciones”, sostiene la réplica a esas declaraciones que efectuó el
secretario de Prensa de La Fraternidad Horacio “el maula” Caminos - nada menos
- en el sitio web de la Confraternidad Ferroviaria (Pese a todos… luche y
vuelven, los ferrocarriles argentinos - 14/01/13).
A continuación “el maula” enumera las
acciones que supuestamente llevó adelante orgánicamente La Fraternidad en
oposición a la privatización menemista, que demostrarían la falsedad de las
afirmaciones del ministro.
Para desgracia de Caminos y para suerte de los
trabajadores ferroviarios y de la sociedad argentina, recientemente apareció el
libro “Ferrocarriles argentinos: crónica
del saqueo y la resistencia”, escrito por el ex ferroviario fraternal y
delegado de base del Sarmiento, Roberto Vecchi, con el auspicio del MONAFE, que
revela de manera documentada la verdadera historia de la privatización de los
ferrocarriles, la lucha de los trabajadores ferroviarios resistiendo esas
políticas y las actitudes de los sindicatos y dirigentes. Del contenido del libro
queda demostrado con absoluta propiedad lo espurio de la argumentación
esgrimida por Caminos, como se detalla:
Dice Caminos: La Fraternidad ha impulsado todas y
cada una de las acciones sociales, gremiales y políticas para evitar la
privatización y posteriormente concesionamiento de los ferrocarriles del estado
nacional desde diciembre de 1989. Con paro activo en diciembre de 1989 lo que
motivara las declaraciones del Poder Ejecutivo: Ramal que para, ramal que
cierra y que implicó centenares de cesantías que pudimos revertir con Paro por
Tiempo Indeterminado durante diciembre del 89 hasta la reincorporación de
nuestros compañeros.
Evidentemente el Secretario de Prensa ha ido poco
al colegio. “Todas y cada una” es lo mismo, una redundancia, igual que “privatización
y consecionamiento”. Y por otro lado ¿qué será Paro Activo? ¿Paro trabajando?
¿Paro con movilización? ¿Trabajo a reglamento? ¿Quite de colaboración?. Paro
Activo no existe como tal, o es paro (cese de actividades) o es actividad
(trabajo). Pero al margen de las aberraciones técnicas, hay una aberración
peor, que es la propia argumentación. Se lee en el libro mencionado (página 38,
39, 40 y 41) que los días 8, 9 y 10 de noviembre de 1989 sesionó una Junta
Consultiva de La Fraternidad que dio mandato a la Comisión Directiva para que
implemente medidas de esclarecimiento y de fuerza contra los planes de
privatización y reclamo salarial que la Directiva desobedeció. Que luego, el 27
del mismo mes, sesiona la 66° Asamblea General de La Fraternidad que rechaza un
ofrecimiento salarial irrisorio de la Empresa y aprueba un quite de
colaboración que se efectúa el 7 de diciembre. A raíz de ello fueron
cesanteados 300 afiliados. La Asamblea General no puede sesionar debido a que
delegados que respondían a la Directiva no se presentan no pudiendo alcanzarse
el quórum necesario. Por su parte la Comisión Directiva no toma ninguna
determinación para defender a los afiliados despedidos, por lo que las
seccionales por su cuenta asumen la defensa de los compañeros e impulsan un
paro por tiempo indeterminado el viernes 8. Debido a la presión de las
seccionales la Comisión Directiva decreta la medida 2 días después, el domingo
10, para terminar traicionando la lucha, que si bien son reintegrados los
afiliados despedidos, se acepta el ofrecimiento salarial irrisorio que había
sido rechazado por la AGD originando el conflicto, y por si eso fuera poco
suspende el funcionamiento del Asamblea de manera ilegítima. A raíz de esto
fueron sancionados por la Asamblea General, “por carneros” algunos dirigentes
seccionales, entre ellos Omar Maturano, actual Secretario General del
sindicato.
Dice “el maula” Caminos más adelante: Acciones
sociales durante 1990 como Juntas de Firmas (habrá querido decir “junta”) para
evitar las políticas anunciadas por el ejecutivo en los Dec. 44-45-46-47/90.
Innumerables gestiones y movilizaciones populares
con la (CONAGRES) Comisión de Gremios Estatales (en realidad era Coordinadora)
para denunciar las características antinacionales de las privatizaciones.
Los Trenes de la Resistencia impulsando Actos
masivos en las estaciones ferroviarias juntos (habrá querido decir junto) a los
estudiantes y las juventudes políticas (se olvidó de las poblaciones enteras
que participaron de esos actos) durante 1990 en defensa de los trenes
interurbanos.
Nuevamente “el maula” falsea la realidad de los
hechos. En el capítulo 6: La hora de las coordinadoras (21/12/89-21/03/90)
(desde página 42) del libro de Vecchi, se analizan esos hechos. Las
innumerables gestiones y movilizaciones de la CONAGRES en realidad fue un solo
acto efectuado el 21/3/90 en la plaza Congreso donde el reclamo de plan de
lucha de todos los trabajadores estatales fue burlado, traicionado, por la
dirigencia de la CGT Azopardo dirigida por Saúl Ubaldini, de cuyo consejo
participaba La Fraternidad, y la CONAGRES fue disuelta inmediatamente después
de esa fecha dejando a los trabajadores estatales huérfanos de toda posibilidad
de coordinar las luchas, lo que significó su avasallamiento total por parte del
gobierno menemista.
Los Trenes de la Resistencia, igual que varias
movilizaciones masivas, tampoco fueron acciones orgánicas de La Fraternidad,
sino que fueron implementados por la “Coordinadora Interseccional Ferroviaria”
integrada por seccionales de los cuatro gremios, donde “no participaron” las
cúpulas de los sindicatos. Esta coordinadora, se lee en el libro, fue disuelta
en parte por la acción traidora del propio Caminos.
Sigue diciendo el Secretario de Prensa de La
Fraternidad: Paros Activos (?) Nacionales durante Marzo (marzo), Junio (junio)
y Septiembre (septiembre) de 1990.
Otra aberración absoluta de “el maula”. Nos
remitimos nuevamente al libro, capítulo 7: Almas sin remedio
(21/03/90-30/09/90), (página 48). Allí se indaga sobre la única huelga ferroviaria
de ese año en el mes de abril, que no fueron 3 ni en los meses que menciona. A
raíz del reclamo de las seccionales, la Comisión Directiva de La Fraternidad,
junto con las de ASFA y APDFA conforman la Intersindical Ferroviaria que
programa un plan de lucha que se inició con un paro por 24 horas el 3 de abril,
con un acatamiento total. Como consecuencia, con alevosía el Gobierno despide a
cientos de trabajadores de los tres gremios. Las autoridades acuerdan con ASFA
y APDFA el reintegro de sus afiliados quedando La Fraternidad sola. La Comisión
Directiva se niega a asumir la defensa de los despedidos, por lo que las
seccionales fraternales de varios ferrocarriles el sábado 7 implementan
por su cuenta paro por tiempo indeterminado en defensa de los mismos. El lunes
9 cientos de afiliados toman la sede central del gremio y obligan a la
Directiva a decretar la medida desde el primer minuto del martes 10. El
miércoles 11 se produce una especie de golpe de estado en la Directiva y
desplazan mediante amenazas al presidente Antonio Baena. El jueves 12 los
dirigentes golpistas acuerdan con las autoridades. La huelga es levantada. Los
despedidos fueron reintegrados, pero suspendidos sin cobro de haberes por 90
días y la prevención de despido en sus fojas de servicios, y a todos los demás
afiliados se les aplicó un apercibimiento masivo, firmándose un acta de
recomposición salarial que nunca fue cumplida por la empresa ni reclamada por
el gremio.
Dice Caminos en su réplica al ministro: Paros
Activos Nacionales en marzo de 1991 que culminó en una Huelga por Tiempo
Indeterminado alcanzando los 30 y 47 días.
Luego de la huelga grande del 91, entre los meses
de abril y octubre y antes de la primera privatización al grupo Techint, 3.000
de los 9.000 afiliados aceptaron retiros voluntarios debilitando la
organización.
No podría haber nada más cínico y perverso que esta
exposición de “el maula”. El libro investiga entre los capítulos 8 a 32
(páginas 54 a 194) todo ese glorioso proceso de los trabajadores ferroviarios.
La huelga del 91, dos en realidad, una el 5 de febrero por 24 horas y la otra
que se inicio el 13 de febrero que duró exactamente 45 dias. No se iniciaron en
marzo ni duraron 30 y 47 días.
La huelga de 45
dias, constituye una de las más importantes de la historia del sindicalismo
argentino, y fue implementada por seccionales de La Fraternidad, Señaleros y la
Unión Ferroviaria, mientras que las directivas de los sindicatos, no solo no
acompañaron nunca, sino que permanentemente boicotearon la medida con todas las
traiciones imaginables. Fueron cesanteados alrededor de 4.000 compañeros que
pudo ser revertido por las propias seccionales, lográndose una recomposición
salarial importante que nunca se había conseguido. Un éxito notable que ahora
se quieren adjudicar quienes estuvieron en contra de ella.
Luego se olvida mencionar Caminos la huelga del 92,
de 40 días, llevadas adelante por seccionales del Roca, Sarmiento y San Martín,
en defensa de compañeros despedidos ilegalmente y nuevamente traicionada por la
dirección de La Fraternidad. Como consecuencia de esta medida fueron
cesanteados para siempre 2.000 compañeros. Todos los representantes seccionales
fueron pasados a disponibilidad y luego despedidos una vez vencida la tutela
sindical. La mayoría de las 3.000 bajas que menciona Caminos no fueron por el
retiro voluntario, sino compulsivamente;así como tampoco menciona que él y
los demás dirigentes de La Fraternidad fueron los que elaboraron las listas
negras de los compañeros despedidos. Tampoco menciona la firma del “Marco Acuerdo
Laboral” con Techint, en el que intervino personalmente, por el cual se
renunció a conquistas laborales que la organización consiguió con el esfuerzo
de generaciones de compañeros durante más de un siglo.
Por último, dice “el maula”: La Fraternidad
promueve la conformación (habrá querido decir promovió, porque ya están
formadas desde hace 4 años) de la (SOFSE) Sociedad Operadora Ferroviaria
Estatal y de la (ADIF SE) Administración de Infraestructura Ferroviaria, que
sigue (siguen) aún sin políticas, ni presupuestos por claros intereses
anti-ferroviarios que insisten en la provincialización, municipalización y
fragmentación de nuestra industria. (Habrá querido decir del sistema
ferroviario).
El libro también investiga el tema, capítulo 43: El
enigmático entramado (2008-2010), (página 253) donde se demuestra que en
realidad lo poco claro es la propia conformación de estas dos empresas, que
burla los controles republicanos y se convierte en una cueva de negociados
turbios de los dirigentes sindicales ferroviarios. A eso llama “intereses
ferroviarios”.
Conclusión:
Queda claro entonces que efectivamente los
dirigentes de La Fraternidad fueron cómplices y responsables del vaciamiento de
los ferrocarriles, accionaron a favor de la aplicación de las políticas que
llevaron a su destrucción, y combatieron con la mayor felonía a quienes de
verdad lucharon en resistencia de esas medidas. Subirse a caballo de la lucha
que sostuvieron otros, los verdaderos ferroviarios, y que ellos combatieron con
la mayor infamia, es a todas luces una hipocresía aberrante y una cobardía
infinita. La misma Fraternidad que tiene en su seno a Antonio Luna ex
funcionario de transporte procesado por la tragedia de once y presuntamente
implicado en el crimen de Mariano Ferreira y a Julio Sosa directivo del Roca
buchon de la dictadura....
Pero por qué se recurre a semejante canallada. Por
qué quienes defendieron las privatizaciones, hoy pretenden ocultar esa actitud
y se montan en una campaña de “estatización”, con miles de afiches en todas las
estaciones con la frase, “Luche y vuelve, ferrocarriles argentinos.
Confraternidad Ferroviaria”. Por qué la disputa con el ministro Randazzo, otro
que falsea el discurso, que manda a pintar los trenes con la leyenda
“Transporte público” cuando siguen en manos de operadores privados, y que les
da a reparar los trenes del Sarmiento a los Cirigliano que son responsables de
su destrucción.
Está claro que no hay inocencia en todo eso,
tampoco una finalidad ética o patriótica que nunca tuvieron. Así como el
ministro asegura que no se cancelarán las concesiones, es decir se defiende el
negocio de algunos grupos económicos; así los sindicatos no hablan de
reconstruir la empresa Ferrocarriles Argentinos, u otra similar bajo control
social. Lo que se busca en realidad con la campaña de la Confraternidad
Ferroviaria es lograr que los ferrocarriles pasen a ser controlados por la
SOFSE y la ADIF, bajo su control, y que los subsidios escandalosos pasen a ser
controlados por ellos. Se busca en definitiva concretar un gran negocio con los
recursos públicos a espaldas de los trabajadores y el pueblo.
Ramon E Duarte
Sec. Gral Mo-Na-Fe
Por un Ferrocarril del Estado sin
Consecionarios y al servicio del Pueblo
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