La cartera de De Vido
ocultó el grueso de los casi $3.000 millones que transfirió a TBA hasta la
tragedia de Once. El "blanqueo" de Randazzo y el factor Jaime.
Los multimillonarios
subsidios que el kirchnerismo entregó a las empresas de transporte público
quedaron al descubierto tras la tragedia de Once y sólo a través de los
informes de la Auditoría General de la Nación (AGN) y las pericias contables de
la Justicia se pudo saber cuánto dinero el Gobierno transfirió a los hermanos
Cirigliano por la concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA). Pero también pudo
conocerse cuánto ocultaron durante ocho años y medio.
Al momento del
accidente en el que fallecieron 51 personas en la estación Miserere, la
Secretaría de Transporte de la Nación -bajo la órbita del Ministerio de
Planificación de Julio de Vido- había informado que los subsidios otorgados a
TBA por la concesión de las líneas Sarmiento y Mitre desde 2003 hasta diciembre
de 2011 -dos meses antes del siniestro- eran de $642.960.000. Pero eso era
apenas una parte.
Desde que asumió Néstor
Kirchner en mayo de 2003 hasta diciembre de 2011, la Secretaría de Transporte,
primero a cargo de Ricardo Jaime (2003-2009) y luego conducida por Juan Pablo
Schiavi (2009-2012) otorgó a TBA por "subsidios de explotación" de
las líneas de tren Mitre y Sarmiento mucho más de lo que declaró: fueron
$2.977.041.406, según la pericia contable que confeccionó un cuerpo de peritos
entre marzo y julio de 2012, a pedido del juez federal Claudio Bonadío, y a la
que accedió en exclusiva Perfil.com.
Ahora, el entremado de
empresas de Claudio Sergio Cirigliano y Mario Antonio Cirigliano, quienes deberán
afrontar un juicio oral por los delitos de "estrago culposo" y
"defraudación a la administración pública", también percibió otros
cuantos millones por su participación en el consorcio UGOFE y los miles de
colectivos del Grupo Plaza. En total, los Cirigliano habrían facturado más de
5.000 millones de pesos en subsidios del Estado nacional durante el
kirchnerismo.
Los subsidios a TBA
fueron de menor a mayor y superaron cualquier cálculo de inflación no oficial:
en 2003 se transfirieron $42.055.397, $211.512.363 en 2006, $433.132.383 en
2009 y en 2011, nada menos que $901.497.861. Es decir, 21 veces más que el
inicio de la era K.
Los Cirigliano
explicaron a la Justicia que sus gastos operativos se incrementaban, sobre todo
los costos de personal, que se multiplicaron por nueve entre 2007 y 2011, según
explicaron al magistrado Bonadío. No obstante, el mismo juez detectó que los
Cirigliano fraguaron sus balances para simular déficits en los resultados
contables de TBA y así reclamar más subsidios al Estado.
Eso sí, lo que la
Justicia no pudo dilucidar es si Jaime y Schiavi -procesados por la Cámara
Federal por "estrago culposo", "administración fraudulenta"
e "incumplimiento de deberes"- conocían las maniobras para simular
pérdidas en las empresas de los Cirigliano para transferirles más y más
subsidios a la cuenta del Banco Nación 52001-20, sucursal casa central.
Mediante esa cuenta, la
entidad financiera Favicor, manejada por los mismos Cirigliano, cobraba los
subsidios desde enero de 2005 hasta el momento de la tragedia. El Gobierno
jamás objetó esa sospechosa triangulación.
Ahora, ¿por qué no se
depositaban directamento los subsidios a TBA? La concesionaria se había
presentado en concurso de acreedores y temía que les embargaran los cuantiosos
fondos que les llegaban desde la cartera de Julio De Vido, a quien la Cámara
Federal benefició al no hacer lugar a la imputación por la tragedia ferroviara
que solicitaba la querella.
Lo curioso es que la
Secretaría de Transporte siempre accedía a los reclamos pese a las millonarias
multas por el pésimo servicio que la Comisión Nacional de Regulación del
Transporte (CNRT) labraba contra TBA en lo administrativo, pero que la
Secretaría de Transporte al final nunca se las enviaba a los Cirigliano, según
confirmaron a Perfil.com desde la AGN.
Fueron $93.000.000 en
infracciones (2002-2012) cuando, según el contrato de concesión, el tope de
multas para no perder el servicio de explotación es de 30 millones. Por un
valor de multas muy inferiores (37 millones de pesos) Jaime y De Vido, en
cambio, rescindieron la concesión de la líneas Belgrano y Roca Sur en mayo de
2007.
El titular de la AGN,
Leandro Despouy, denunció ante este portal "una clara connivencia de la
Sindicatura General de la Nación, que sabiendo las irregularidades de TBA, las
millonarias multas y la falta de modernización de las líneas, siguió adelante
con esta concesión. Era injustificable", insistió el funcionario de la
oposición que el Gobierno intentó desplazar por sus lapidarios informes sobre
el sistema ferroviario.
Blanqueo en parte. Pese
a los cuantiosos fondos públicos, el servicio de la línea Sarmiento -la que se
accidentó el 22 de febrero de 2012- mantiene sus deficiencias hasta el día de
hoy, más allá de que el Gobierno retomó el control de su gestión pocos meses
después de la tragedia, con el nuevo Ministerio de Transporte que se incorporó
al del Interior, a cargo de Florencio Randazzo.
Randazzo
"blanqueó" algunas cifras y el modo en que se pagaba a los
concesionarios, algo que De Vido eludió durante nueve años. "Lo que
encontré ahí era un desastre", admitió el ministro al programa CQC, al
mismo tiempo que explicó que los fondos para explotar el transporte público se
distribuían "en función de las declaraciones juradas de las empresas:
pasajeros, viajes".
El ministro de
Transporte también publicó en la web de la cartera todos los subsidios del
Sistema Ferroviario integrado (SIFER), que son apenas una parte del total de
los subsidios por explotación. El resto de los fondos se estipulan en el Presupuesto
Nacional y las reasignaciones de partidas posteriores de la Jefatura de
Gabinete, pero no están discriminados empresa por empresa, lo que impedía por
las vías oficiales conocer cuánto la Casa Rosada le transfería a los
Cirigliano.
Por ejemplo, el Gobierno
informa hoy que en 2009 transfirió $110.667.688 por el sistema SIFER a TBA, la
cuarta parte del total que en realidad otorgó a la concesionaria ese año. Del
resto no se informa.
Retornos. Dos fuentes
independientes confirmaron a Perfil.com el monto aproximado de las dádivas y
posibles "retornos" de los empresarios por los generosos subsidios,
por los que la Justicia Federal procesó a Ricardo Jaime. De esas
multimillonarias sumas que el exfuncionario otorgaba a los Cirigliano, habría
recibido como "cohecho" entre el 15% y 20% de los subsidios,
coincidieron las fuentes.
De la redacción de
Perfil.com. Twitter: @diegogueler.
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